Ecuador está dando un paso decisivo para fortalecer su presencia en Centroamérica y el Caribe. El país busca consolidar a Panamá como su principal plataforma de entrada a la región, a través de un Tratado de Libre Comercio (TLC) que podría aumentar entre un 10 % y un 15 % las exportaciones ecuatorianas en su primer año de vigencia. La propuesta cuenta con el respaldo tanto del sector público como del privado y llega en un momento en que diversificar la oferta exportable se vuelve clave para reducir la dependencia de los grandes mercados tradicionales: Estados Unidos, China y la Unión Europea.

En 2024, el comercio bilateral alcanzó un récord de USD 6.408 millones, de los cuales USD 6.286 millones correspondieron a exportaciones ecuatorianas, principalmente petróleo. Sin embargo, lo más interesante está en el crecimiento del sector no petrolero, que sumó USD 177 millones con más de 450 productos y la participación de 200 exportadores nacionales. Esto demuestra que el vínculo con Panamá va más allá de la energía: es una oportunidad concreta para que nuevas industrias ecuatorianas amplíen su presencia internacional. Como lo señaló José Alvear, presidente de la Cámara Ecuatoriano-Panameña: “Panamá es más que un socio, es el puente hacia nuevos mercados”.

La relación bilateral no se limita al comercio de bienes. Panamá ofrece ventajas únicas como HUB financiero y logístico. Tras salir de la lista de paraísos fiscales después de 17 años, se abre la posibilidad de que empresas ecuatorianas accedan a financiamiento en mejores condiciones gracias a su sólido sistema bancario, que cuenta con 137 entidades internacionales. Al mismo tiempo, el país centroamericano es un punto neurálgico en las cadenas globales de suministro, con 17 tratados comerciales vigentes y, por supuesto, el Canal como plataforma estratégica. No es casualidad que compañías como Corporación Favorita, Pronaca y Colineal ya hayan replicado allí sus modelos de negocio, sentando las bases para que otras sigan el mismo camino.

Pero el acercamiento va más allá de lo económico. Ecuador y Panamá también han dado pasos importantes en materia de cooperación ambiental y marítima. La inauguración en Ciudad de Panamá del Centro de Monitoreo del Corredor Marino del Pacífico Este Tropical (CMAR) es un ejemplo concreto de cómo ambos países trabajan por proteger ecosistemas estratégicos como Galápagos y, al mismo tiempo, generar mayor seguridad para el transporte marítimo. Este tipo de iniciativas no solo fortalecen la imagen internacional de Ecuador como socio confiable y comprometido con la sostenibilidad, sino que también reducen riesgos logísticos en las exportaciones.

Con el TLC en agenda y nuevos acuerdos de cooperación en camino, Ecuador apuesta a que Panamá se convierta en su trampolín hacia la expansión regional. Un acceso preferencial a este mercado, acompañado de mejores condiciones de financiamiento y un marco más seguro para la logística marítima, permitirá al país no solo incrementar sus exportaciones, sino reposicionarse como un actor dinámico y competitivo dentro del comercio latinoamericano.

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